Puntaje: 15/20
Género(s): Jangle Pop / Country Rock
Año: 2014
Sello: Captured Tracks
Hasta ahora casi
nadie se explica qué hace tan especial a Mac Demarco. Algunos dicen que es su
onda hippie, otros dicen que es su sonrisa ingenua, y otros, un poco menos
superficiales, dicen que es su música, su talento en el arte de la composición.
Yo tampoco sabría decirlo con seguridad, a pesar de que tengo mis sospechas. Lo
cierto es que Mac Demarco, con solo veinticuatro años, ya ha realizado tres
álbumes de estudio (un EP y dos LP’s) y tiene un futuro bastante esperanzador
para los amantes del jangle pop. Recuerdo perfectamente cuando vi por primera
vez su álbum 2. En su portada, Demarco aparecía con la expresión de un completo idiota, deseando amor y paz con los dedos de la mano derecha y sosteniendo una
guitarra. La imagen no solo resulta curiosa por su tremendo parecido con la portada de otro álbum (The River, que en 1980 publicaría Bruce Springsteen), sino
también porque representa muy bien la personalidad de Mac Demarco: un muchacho
que no se toma en serio la imagen de estrella musical, que anda siempre
acompañado de su guitarra, deseando felicidad y bendiciones a los demás.
Excéntrico y
desinhibido, Demarco también es conocido por sus videos un tanto humorísticos y por presentarse desnudo en sus
conciertos, otro detalle que despierta en algunos esa idea de relacionarlo con
la onda hippie. Y aunque no es hippie ni ha dicho querer serlo, no cabe duda de que en su producción musical hay una fuerte influencia del rock sesentero (The Beatles, Beach Boys, Harry Nilsson).
Sin embargo, en su último álbum, Mac Demarco parece haber encontrado un
equilibrio adecuado entre el rock clásico y sonidos modernos. Los
sintetizadores y los sonidos sicodélicos forman parte importante de Salad Days,
haciendo que se trate de un álbum que quizá sea el producto de todo lo que ha
aprendido el compositor canadiense en su corta vida.
Muchos han
dicho que Salad Days es la mejor producción que Demarco ha ejecutado hasta la fecha, a pesar de que su anterior
álbum, 2, fue objeto de elogios por parte de la crítica. Y, pues, a título
personal, luego de haber escuchado ambos álbumes, también creo que Salad Days
es lo mejor que ha hecho. Creo que el álbum está muy bien logrado, con
canciones por demás agradables, que juegan de manera ejemplar con bajos y guitarras
de ensueño. Sin ninguna duda, lo mejor de este álbum son las guitarras, protagonistas
de esos riffs que obligan a querer escuchar las canciones una y otra vez. Claro
ejemplo de ello es la segunda canción, “Blue
Boy”, que inicia con una clásica guitarra jangle acompañada de un bajo y
una percusión. Pero queda clara en ella la predominancia de la guitarra, y de
todo lo que esta puede ofrecer. Por otro lado, la tercera canción, “Brother”, también inicia con un cautivador
riff de guitarra, siguiendo el mismo camino de la canción anterior, que termina
con Demarco cantando versos como “You’re no better off / living your life / than
dreaming at night”.
Salad Days es
un álbum que apenas supera los treinta minutos de duración, formado por
canciones bastante cortas, que rara vez pasan los tres minutos y medio. Pero
esto no ha significado una austeridad musical, para nada. Demarco ha puesto
sobre la mesa lo mejor que tiene, y lo ha seleccionado y mezclado con
inteligencia. Quizá los puntos más altos de este álbum pasen por canciones como
“Passing Out Pieces” o “Chamber of Reflection”. La primera muestra
el genial resultado de una atrevida mezcla entre sintetizadores y guitarras,
logrando una melodía que logra captar por completo la atención de quien está escuchando. La segunda, más atmosférica que la anterior, presenta, de nuevo,
sintetizadores que suenan demasiado bien, acompañados de un Mac Demarco
cantando acerca de la soledad y el tiempo que pasa alejado de todos. Otro
aspecto digno de destacar es el trabajo de los bajos en las composiciones.
Hermosas líneas de bajos marcan el camino de cada canción, como en la melodiosa
“Goodbye Weekend”, otra de esas
canciones que muestran el elogiable trabajo de producción que posee Salad Days.
Sin embargo,
estas composiciones son solo una parte del álbum. Los puntos bajos se hacen
notar en momentos en los que las composiciones no trascienden, como en “Let My Baby Stay”, la quinta canción,
en donde todo se vuelve un tanto monótono. Asimismo, la última canción, "Jonny's Odyssey", única composición instrumental del álbum, me pareció desacertada. Si bien es interesante la propuesta de terminar con una canción sin letra, creo que no resultó. Le quitó un poco la expectativa de cómo va a culminar todo. Al menos a mí me arruinó un tanto la experiencia de escuchar el álbum. Hubiera preferido un final más impactante. No obstante, los últimos segundos, con la voz de Demarco agradeciendo por escuchar su música, fueron un detalle que no esperaba. Un detalle muy modesto, por cierto, como de alguien que verdaderamente aprecia que hayas pagado unos cuantos dólares por escuchar su música y que, además, hayas invertido tu tiempo escuchándola.
A fin de
cuentas, creo que Mac Demarco ha demostrado
ser un tipo ambicioso. Parece tener muy claro que lo suyo es la música del
deleite. No se interesa por estructuras muy densas o difíciles de digerir. Más
bien, expone un manejo exquisito de las melodías y arpegios agradables. Su música,
en suma, es así: agradable; un buen masaje para el oído. Aunque no mucho más
que eso. Pero, vamos, creo que sería una mezquindad muy grande no resaltar el
talento que ha venido luciendo este joven canadiense. Sobre todo considerando lo
que puede llegar a hacer en el futuro. Quizá en unos años, asistido por esa
ambición que lo ha llevado a donde se encuentra ahora, saque a la luz un
trabajo que sea mucho más que un conjunto de melodías cautivadoras. Por ahora, solo
queda disfrutar de su reducida oferta musical, especialmente tratándose de
alguien que parece más preocupado por la calidad que por la cantidad, algo
difícil de encontrar por estos días.
Mis
Favoritas:
2) Blue Boy
3) Brother
4) Goodbye Weekend
6)
Passing Out Pieces
8)
Chamber of Reflection
Clic para escuchar:
No hay comentarios