Género: Indie Folk
Año: 2015
Sello: Asthmatic Kitty
Alguna vez un crítico musical escribió que cierta canción de Sufjan Stevens contenía más ideas interesantes que las que podrían reunir muchos artistas durante toda su carrera. Y aunque resulta un tanto exagerada, esta afirmación puede servir perfectamente para darse una primera idea acerca de un músico como Stevens. La creatividad y el inconformismo parecen ser sus más grandes características, mientras que sus productos finales, es decir, sus álbumes, suelen ser aclamados por buena parte de la crítica, convirtiéndolo en uno de esos compositores de los que no se debe esperar poco. La canción a la que hacía referencia el crítico (Ryan Dombal) era “Impossible Soul”, un tema de casi veintiséis minutos que constituye una de las piezas más expresivas en cuanto a la ambición artística de Sufjan Stevens, en donde oímos desde trompetas y efectos psicodélicos hasta beats electro y voces con auto-tune. En resumen, una completa fiesta multi-género, justamente todo lo opuesto a la propuesta de Carrie & Lowell.
“Imposible Soul” fue uno de
los puntos más altos de The Age Of Adz (2010),
sexto y penúltimo álbum de un Stevens
que decidió apostar, en ese entonces, por la música digital como complemento a
sus ya conocidos temas construidos a partir de instrumentación excéntrica. Sin
duda, aquel álbum significó su acercamiento más íntimo con la electrónica, sin
ser, ciertamente, demasiado experimental. Lo más experimental de Stevens fue Enjoy Your Rabbit (2001), segundo LP de su carrera, con el cual
comenzaría a dar la imagen de músico polifacético. Y ya que hablábamos de
ambición, habría que mencionar el que es, por mucho, su álbum más logrado: Illinoise (2005), considerado uno de los
mejores álbumes de la primera década de los 2000. La extravagancia de Illinoise, desde sus veintidós canciones
hasta sus temáticas variadas, marcaría definitivamente la carrera de Sufjan, a quien, desde entonces, le ha
quedado el inmenso reto de hacer algo más increíble aún. Diez años después,
sigue sin conseguirlo.
Algo debe quedar claro antes
de hablar de su último álbum: a Stevens
ya no le interesa ser excéntrico, mucho menos complejo. Es más, del denominado “pop
barroco” que le adjudicaron como género por sus instrumentaciones monumentales
ya no queda ni el eco. En Carrie &
Lowell, Stevens solo necesita
una guitarra y un par de instrumentos más para conmover y deslumbrarnos con la
sutileza de sus interpretaciones. A ello se suma su intento por elaborar una temática
un tanto trágica y muy confesional, en la que analiza la imagen de su madre
(Carrie) y la de su padrastro (Lowell), con quien fundó el sello discográfico
Asthmatic Kitty. Con ambos personajes ya fallecidos, a Sufjan no le queda más que evocar recuerdos y cantarle al pasado en
la mayoría de ocasiones. En otras, sin embargo, narra en cierto modo lo difícil
que le resultó afrontar la muerte de su madre. Honestamente, al tener en frente
un trabajo como este, es complicado repartir protagonismos entre la música y la
lírica, por lo que el único modo de acercarnos a él, creo, será analizando
ambos elementos en la medida de lo posible.
El álbum inicia con “Death With Dignity”, título que nos
anuncia a la muerte como protagonista del LP y a la guitarra como herramienta
predilecta del compositor. “I forgive you,
mother, I can hear you / And I long to be near you / But every road leads to an
end”, se escucha hacia el final. Aquí Stevens
nos induce a una atmósfera melancólica a través de muchas notas de guitarra y un
sutil teclado que se deja escuchar muy pocas veces. Casi la misma fórmula
escuchamos en “Should Have Known Better”,
segundo tema de Carrie & Lowell,
en donde ya se oyen con explicitud las referencias al pasado (“When I was three, and free to explore / I
saw her face on the back of the door”). Asimismo, en esta canción nos
topamos con un cambio de ritmo hacia el tercer minuto que permite a Stevens introducir nuevas melodías
vocales y algunos instrumentos, lo que le da un toque muy acertado de variedad.
A decir verdad, pocos álbumes este año han tenido un inicio tan deslumbrante, y
lo mejor es que los buenos momentos siguen apareciendo a medida que avanzan los
minutos.
Las líneas más confesionales
del álbum las encontramos posiblemente en temas como “All Of Me Wants All Of You”, que tiene como novedad la aparición
de una guitarra eléctrica tocando notas de larga duración que marcan algunos
cambios de acorde. En este tema, Stevens
parece dirigirse a un acompañante suyo, con quien discute qué hacer frente a la
muerte de su madre. Se escucha: “Shall we
beat this or celebrate it? / You’re not the one to talk things through / You
checked your text while I masturbated / Manelich, I feel so used”. Lo más
probable es que aquí el cantautor nos intente ilustrar la crisis de una
relación notablemente desgastada tras su tragedia familiar. Aún más
desgarradora resulta la propuesta de “Fourth
Of July”, en donde misteriosamente desaparecen las guitarras y solo nos
quedamos con una delicada armonía de teclado acompañando la conversación de Sufjan Stevens con su madre fallecida. “The evil it spread like a fever ahead / It
was night when you died, my firefly / What could I have said to raise you from
the dead? / Oh could I be the sky on the fourth of July?”, oímos al inicio.
Y siguiendo con la narrativa
propuesta por Stevens, una mención
especial merece el octavo tema, que da título al álbum, “Carrie & Lowell”, pues no solo cautiva por el elogiable
trabajo vocal que se escucha de inicio a fin, sino también porque en este se
confunden los límites de lo poético, lo trágico y lo banal. “Carrie come home / Thorazine’s friend /
Holding your hands with Opal / Like a dead horse / Shall we ascend / Flight of
the mayfly / Ephemera on my back / She breaks my arm”. Aquellos son los
versos finales del tema, en los que Stevens
hace referencia a varios puntos clave de la historia detrás de su última
producción, desde el nombre del medicamento que consumía su madre (Thorazine) hasta
la fugacidad de todo lo que habita en este mundo (Ephemera), la cual, al
parecer, él carga como un constante pesar.
Todo ello, por supuesto, son
simples palabras al fin y al cabo. De nada valdrían sin la música a su lado, y
eso lo sabe muy bien Sufjan. Los constantes arpegios de guitarra dejan claro
que se trata de folk en su versión más sofisticada. Sin embargo, hay momentos
en los que la intensidad cumple un rol fundamental, pero es una intensidad
manejada al servicio del dolor. “Eugene”
es una clara prueba de lo cautivadora que puede resultar la austeridad,
pues durante sus dos minutos y medio solo escuchamos una voz y una guitarra, y
aun así, logra emocionar en varios instantes. Por su lado, el penúltimo tema, “No Shade in the Shadow of the Cross”,
es el momento cumbre de Carrie &
Lowell, cuando Stevens alcanza lo
sublime a partir de versos desgarradores (“Inhaling
it’s fire / I’m chasing the dragon too far / There’s blood on that blade / Fuck
me, I’m falling apart”, canta, haciendo referencia al uso de drogas y algún
posible intento de suicidio) y muchas notas de guitarra, una fórmula que ya ha utilizado en el pasado y que, en esta ocasión, le ha permitido crear los tres
minutos más dolorosos de todo el LP.
Mis favoritas:
1) Death With Dignity
2) Should Have Known Better
5) Eugene
7) The Only Thing
8) Carrie & Lowell
10) No Shade in the Shadow of the Cross
Clic para escuchar:
https://www.youtube.com/watch?v=qx1s_3CF07k

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