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Danitse - De la Tierra al Sol









Puntaje: 15/20

Año: 2019

Sello: -

¿Por qué la música nos emociona? En un ensayo titulado Así es la música, el físico John Powell explora una respuesta, apelando a algunas reacciones naturales del ser humano. Así, por ejemplo, explica que aumentar el volumen de la música origina una excitación frecuentemente acompañada de "reacciones animales", como el incremento en la tasa de pulsaciones o la producción de adrenalina. Nuestra mente, sin que podamos controlarlo, asocia los sonidos potentes con un inminente peligro, y entonces nos envuelve un estado de alerta, como si algo muy malo estuviera por ocurrir. Hay música, sin embargo, que no necesita hacer volar sus decibeles para agudizar nuestros sentidos. Nos lo ha enseñado el cine: con la melodía adecuada, cualquier situación cotidiana puede convertirse en un drama apasionante. En épocas del cine mudo, incluso, se contrataba músicos para acompañar las proyecciones, para que las escenas de películas transmitan emoción de forma más efectiva. Ya sea por respuestas biológicas o porque relacionamos sonidos con ciertas imágenes, la capacidad que posee la música para emocionarnos es innegable. Muestras hay miles. Alguien podría evocar un aria de Bach. Pero, para no irnos tan lejos, perfectamente podríamos pensar en De la Tierra al Sol, el más reciente álbum de la cantautora peruana Danitse.

En poco más de media hora, este trabajo da cuenta de las capacidades compositivas de Danitse, así como de una ineludible motivación por hacernos ingresar a un mundo ideado por ella, sumamente personal. En el transcurso de sus nueve canciones, De la Tierra al Sol expone un hilo discursivo nutrido y cargado de madurez, en el que son recurrentes las reflexiones sobre el devenir de nuestras vidas, sobre la honestidad, sobre la identidad, sobre fracasar y aprender de ello, y así un largo etcétera. Es, en suma, un extendido diálogo con quien está escuchando esta música, aunque a veces más bien parece un diálogo de la artista consigo misma. Diálogo o monólogo, pronto se nos advierte estar a punto de acceder a una ficción que, si bien puede ser reveladora, debe ser experimentada con cautela. "Que esto es un sueño / Que no es real / Lo que creías no alcanza", canta Danitse en "El Miedo", un track de atmósfera onírica y ánimo ambicioso, con una construcción sonora de detalles variados (una especie de bombo procesado marca el pulso en buena parte de la canción, mezclándose con las guitarras acústicas y formando algo semejante a un encuentro entre el folk y la electrónica) que, sin embargo, quedan en segundo plano debido al envolvente trabajo vocal. La propuesta es similar en "Detén el Fuego", tema menos difuso y de formas más directas que el primero, con versos que parecen una insistente invitación a la autenticidad (mandatos del tipo "Deja de mentirte" o "Deja de fingir" se repiten con frecuencia), como si aquel fuego representara la huella de alguien ardiendo en su propia falsedad.


Pese a ello, es a partir de su etapa intermedia cuando De la Tierra al Sol encuentra varios de sus momentos más lúcidos. "Fertilidad", por ejemplo, es uno de los tracks de mayor variedad sonora. Su instrumentación es más ambiciosa que todo lo ofrecido hasta entonces en el álbum (a la percusión marcada por escobillas de baterías se suman un teclado e instrumentos de viento), y mientras la artista nos canta acerca de un "Rey dormido que perdió su corona", la música toma un rumbo sofisticado, atractivo, como si, en cada segundo, dejara en el oído los restos de su sutileza. Por su lado, "1 2 3" exhibe una oferta más explosiva, en la que convergen muchas ideas musicales para dar vida a una canción que se disfruta desde el primer segundo y nunca deja de sonar interesante. Aquí, una notable variedad percutiva se funde con seductoras líneas de bajo para acompañar la inquieta voz de Danitse, formando un cuerpo sonoro que sobresale en el último tercio del track y derrocha energía, contagia vitalidad, agudiza nuestros sentidos. Aunque para analizar la energía musical que transmite De la Tierra al Sol es necesaria una mención a "Bailar", un tema breve al que no le sobra absolutamente nada. Sus dos minutos y medio son un desfogue certero de independencia, un grito emancipador que no tiene pierde. Su discurso parece reivindicar algo así como una libertad hedonista: no hay que llorar las penas, sino soportarlas bailando. Para ello, a Danitse le basta su voz, una voz movediza que guía los arpegios de guitarra y concibe, sin dificultades, una pieza dinámica, con el ritmo indicado para burlarse de la vida. O de las desgracias de la vida, en este caso.

El tramo final del álbum muestra una inclinación ya no tan ligada a la construcción musical, sino más bien a la penetración emocional, como si pretendiera darnos un respiro para asimilar, conmovidos, todo lo que hemos escuchado. Es entonces cuando aparece "Tiempo al Tiempo", una pausa melancólica y reflexiva en el desarrollo de De la Tierra al Sol. Sus formas son sencillas, con una instrumentación austera de guitarra, teclado y voz. El resultado, sin embargo, es deslumbrante, y hace justicia a una simpleza que cautiva y conmueve. "Y así como cada día cuesta caminar / Detrás de la mayoría para no dudar / Así yo elijo al viento y tarde o temprano / Recibiré / Lo que merezco", entona Danitse en el coro, en una interpretación vocal emocionante. Su voz, versátil y elástica, parece cubrirlo todo, y se extiende en el tiempo aportando una dimensión más luminosa a la música. Asimismo, en "Creer", escuchamos una voz que viaja creando delicadas sucesiones de tonos, acompañada esta vez de una guitarra y un cajón. Es otra propuesta sencilla y atractiva, una canción en compás de 3/4 con un un discurso que apuesta por la esperanza, digno de alguien que se ha entregado al optimismo, a pensar que "Todo es bueno" o que se puede "Sonreír en la tristeza".

Sin correr muchos riesgos ni llevar su propuesta demasiado lejos, De la Tierra al Sol es un álbum que no solo posee una inusual capacidad para conmover, sino que además deja un repertorio de ideas en nuestra mente. Sus conflictos interiores no dan tregua (incluso en el track final, titulado también "De la Tierra al Sol", se escucha una disertación acerca del aprendizaje humano y su relación con el fracaso), y por ello, al escucharlo, atestiguamos una experiencia que estimula el pensamiento, pero que, al mismo tiempo, produce un estremecimiento sensitivo, sacude nuestra sensibilidad. Es en esa ambivalencia donde radica, sobre todo, su trascendencia. Una trascendencia innegable que no sería posible sin un trabajo de interpretación comprometido, que se demuestra en la vehemencia de cada acorde de guitarra, o en la entonación apasionada de cada melodía vocal fabricada por Danitse. En sus momentos de mayor brillantez, De la Tierra al Sol nos invita a sumergirnos en un vaivén emocional fascinante. Un planteamiento musical que emociona. Y ante esta clase de música, solo podemos hacer frente de una manera: entregándonos a ella sin cuidado.
Danitse - De la Tierra al Sol
Aspirante a periodista cultural y crítico musical wannabe. Lleva un tiempo intentando hacerse famoso en internet y hasta ahora nada.

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