Puntaje: 13/20
Género(s): Electronic / Microhouse
Año: 2014
Sello: -
Thom Yorke es quizá uno de los músicos ingleses más
aclamados del siglo XXI. Conocido principalmente por ser el líder de Radiohead
(una de esas bandas que demuestran que lo popular no tiene por qué ser malo),
Thom ya ha venido trabajando en solitario desde hace varios años, siempre
acompañado, claro está, de Nigel Godrich, su productor de confianza. En 2006,
Yorke sacaría a la venta The Eraser, su primer álbum como solista. En él se
dejaba notar una enorme curiosidad por la música electrónica, fusionada con
elementos rock y acústicos como guitarras y teclados. El álbum fue un éxito en
ventas (es, incluso, el álbum más vendido hasta la fecha de la disquera
independiente XL Recordings), lo cual era bastante comprensible al tratarse de
Thom Yorke, símbolo de una de las bandas inglesas más célebres de los últimos
quince años. Pero The Eraser no es el antecedente musical más cercano a
Tomorrow’s Modern Boxes.
Ya en The King of Limbs (2011), el último álbum de
Radiohead, se evidenciaban motivos electrónicos en las composiciones. Dos años después,
Thom Yorke tenía nuevo material en construcción, pero en esta ocasión no quería
tocar solo. De ese modo, y en vista de que su banda se estaba tomando un
descanso, decidió formar su propia banda con músicos de su agrado (con quienes
ya había tocado antes), entre los que se encontraban Flea, conocido bajista de
Red Hot Chili Peppers; y el ya mencionado Godrich, productor de Radiohead
desde 1995. Así, el año pasado se formó Atoms For Peace, banda con la que Yorke
publicó Amok, un sólido álbum de música electrónica con elementos rock. El
álbum tuvo una recepción, en general, positiva, debido principalmente a su sonido atmosférico cargado de minimalismo, acompañado de agradables percusiones,
finos teclados y soberbios bajos. Ahora, con Tomorrow’s Modern Boxes, Thom
Yorke parece haber dejado atrás los sonidos acústicos, y se puede decir, con
toda seguridad, que su último álbum es básicamente música electrónica,
mezclada, por supuesto, con una especie de house minimalista, y alguno que otro
tímido teclado.
En 2007, Radiohead sorprendió al mundo de la música
al ofrecer, desde su página web, su álbum In Rainbows de una manera realmente
particular. El asunto funcionaba así: pagabas lo que querías y descargabas el
nuevo álbum de Radiohead. Un dólar, cien euros, daba lo mismo. El punto era que
pagues y te animes a pagar por música en internet. Funcionó muy bien, a tal punto
que otros artistas, años más tarde, han venido haciendo cosas similares. Pues
bien, Tomorrow’s Modern Boxes ha seguido ese camino de revolución en las
maneras de vender música. El álbum salió a la venta hace un par de semanas al
cómico precio de seis dólares. El detalle: se descargaba a través de la
conocida web BitTorrent. Sobre ello, Yorke dijo que se trataba de un
experimento. Lo cierto es que el álbum no tenía cinco días de publicado y ya
había sido descargado más de un millón de veces. Ha pasado poco más de una
semana y medio mundo ya escuchó el nuevo álbum de Thom Yorke. Yo soy parte de
ese medio mundo, y la verdad es que he quedado insatisfecho.
El álbum no llega a los cuarenta minutos de
duración. Está compuesto por ocho canciones que pasan rápido y parecen no dejar
mucho. También hay, lamentablemente, una austeridad musical. Durante el curso
del álbum, esperaba con ansias que llegue algún momento en que aparezca una
explosión de sonido que nunca llegó. La música se queda en una linealidad que
por ratos deslumbra y, por otros, aburre. No hay momentos altos, las canciones
transcurren sin cambios drásticos, lo que genera que todo se vuelva un tanto
predecible. Si bien es elogiable la manera en que Yorke mantiene ese ambiente
místico a través de juegos con su voz y sonidos atmosféricos, sentí que no
funcionaba por completo, que dejaba mucho que desear tratándose de alguien que
lideró proyectos como Kid A o el propio Ok Computer.
Confeso admirador de artistas como Four Tet,
Apparat y dúos electrónicos como Modeselektor o The Knife, Yorke ha desenvuelto
toda su inclinación por la música electrónica en Tomorrow’s Modern Boxes, pero
no ha llegado a exponerla en toda su dimensión, como si se estuviera guardando gran
parte de todo lo que sabe (para el próximo álbum de Radiohead, quiero creer).
La canción introductoria, “A Brain In A Bottle”, presenta un sonido inicial muy
llamativo, compuesto por melódicas vibraciones de sintetizadores y beats que se
van complementando con el pasar de los segundos. Se trata de un sonido bastante
disfrutable. Sin embargo, a pesar de que esta canción me gustó, sentí que le
faltaba intensidad, que no salía de lo mismo. En “Interference”, segunda canción
del álbum, Thom suena más que nunca a Radiohead, con una especie de teclado
marcando una melódica progresión de acordes que a algunos les hará recordar seguramente a Amnesiac o Hail To The Thief.
Vale la pena destacar un par de canciones. Por un
lado, “The Mother Lode”, la cuarta canción, presenta los beats más
atrevidos en el álbum, mezclándose con una enérgica línea de bajos y
distorsiones en las voces. También está “Truth Ray”, una de las más
lentas, en donde Yorke suena como salido de algún mundo de ensueño, y los
juegos con su voz funcionan mejor que nunca. Pero todo ello no es suficiente. Canciones
como “Guess Again!” o “There Is No Ice (For My Drink)” se quedan en una
superficialidad que desvirtúa todo lo bueno que puede ofrecer este álbum. Pasa
lo que ya expliqué: las canciones se quedan en lo mismo, no hay una evolución,
los sonidos no se acoplan para generar un incremento de la intensidad musical. En
estas canciones los beats resultan aburridos, los teclados no progresan y los
juegos con la voz de Thom no generan la dinámica que se espera.
En resumen, diría que es un álbum regular. Tiene
tantos puntos buenos como malos. Aunque, sinceramente, por tratarse de Thom
Yorke, esperaba mucho más. Pareciera que ha faltado dedicación, pareciera que
el artista se ha conformado con una austeridad que no resulta. De cualquier
modo, resulta claro que Tomorrow’s Modern Boxes no es una buena base para lo que termine haciendo Yorke en el futuro, ya sea con Radiohead o en solitario.
Espero, con mucho optimismo, que esto no sea la demostración de un artista
perdiendo su ambición. Quiero creer que esto es solo una prueba, un ensayo de lo que sea
que esté planeando. Quiero creer, para ponerlo en sus términos, que ha sido un simple experimento. Nada más
que eso.
Mis
favoritas:
1)
A Brain In A Bottle
3)
Interference
4)
The Mother Lode
5)
Truth Ray
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