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Depeche Mode - Spirit








Puntaje: 12/20
Año: 2017
Sello: Mute


A veces viene bien que los artistas nos recuerden que son personas tan sensibles como nosotros. Debido a la distancia que genera la fama, solemos olvidar que quienes dedican su vida a la música pueden tener reflexiones parecidas a las nuestras, y que sus problemas más profundos, incluso, se relacionan con esos dilemas que a veces nos obligan a juzgar y criticar el mundo en que vivimos. Por extraño que parezca, hay bandas, como Depeche Mode, que no se dejan seducir por el título de 'banda de culto' y continúan haciendo música sincera, inspirada ya no tanto en tópicos, sino en todo aquello que puede nacer de la reflexión. En su decimocuarto álbum, Dave Gahan y compañía han apostado por hablar acerca de esas ideas que han venido dando vueltas a sus cabezas durante los últimos años. Y es que Spirit no es un disco político, sino un llamado de atención, algo similar a lo hecho por A Tribe Called Quest con su último álbum a fines del año pasado.

Sin duda, nada ha marcado tanto los cambios políticos en esta década como la desafortunada y hasta algo predecible victoria de Trump en Estados Unidos. Pero hubo un antecedente quizá tan importante como aquel suceso: el Reino Unido saliendo de la Unión Europea, ese famoso brexit que dejó a medio mundo atónito. Al tratarse de una banda inglesa, es comprensible que Depeche Mode no haya sido ajena a todo esto, y Spirit es un trabajo que deja constancia de ello. El single más promocionado del LP, "Where's The Revolution", es bastante claro con su mensaje. '¿Qué estamos esperando?' parece ser la pregunta que plantea en todo momento, mientras la música nos confirma que esta banda no ha perdido su esencia pop, pues el coro de esta canción es uno de los momentos más pegajosos del álbum. Del mismo modo, en "Going Backwards", Gahan canta sobre una sociedad que, en lugar de evolucionar, parece estar retrocediendo: "We are still in debt to our insanities / We're going backwards turning back our history / Going backwards piling on the misery".


En efecto, Spirit es un álbum que enfoca sus esfuerzos en la narrativa, en las ideas. Pero, paradójicamente, sus mejores momentos suelen mostrarse cuando la música toma el protagonismo y Depeche Mode nos regala esa estética electrónica de sintetizadores y ritmos bailables que es la marca registrada de sus creaciones, eso que la distinguió de otras bandas populares en los ochentas. En "Scum", por ejemplo, los versos agresivos en segunda persona son opacados constantemente por un sinfín de detalles en la música: percusiones variadas, agudísimos acordes de sintetizador y mucha distorsión en el trabajo vocal. Lo más disfrutable del disco llega en "Cover Me", otra pieza electrónica con enorme protagonismo de la música. Este es un tema de casi cinco minutos cuya segunda mitad es enteramente instrumental, una balada pop que termina convirtiéndose en un track bailable, lleno de energía y de un ritmo fácil de seguir.

Pese a todo, cualquier acierto que haya logrado Depeche Mode con este álbum pasa a un segundo plano cuando nos encontramos con temas como "You Move", "Eternal" o "No More (This is the Last Time)". Vayamos con cada uno. El primero es un tema redundante que, si bien parece coquetear con el technopop en algunos momentos, nunca ofrece algo demasiado interesante. El segundo es una declaración de amor ("I will be there for you always / And when the black cloud rises / And the radiation falls I will look you in the eye and kiss you"), un tema corto y directo que cae en aquellos tópicos, enemigos de la reflexión, de los que Depeche Mode aún no termina de alejarse del todo. El tercero es una característica canción de despecho, un break-up track de estructura pop: estrofas y coros que nos repiten lo mismo de varias maneras.

Contra todo lo que podría decirse de este nuevo proyecto, hay algo innegable: esta sigue siendo la misma banda que marcó generaciones enteras con himnos pop que quedarán para la historia de la música popular. Como sucedió con Delta Machine en 2013, Spirit representa una nueva etapa en la carrera musical de Depeche Mode y seguramente generará una polarización de opiniones. Lo que no debe dejar de decirse es que se trata de un álbum ambiguo, centrado en una narrativa que se mueve entre la banalidad de la segunda persona y la profundidad de la crítica social. Si hay un mensaje que rescatar, es esa llamada a la acción escrita por Martin Gore: ya ha sido suficiente de abusos, es hora de que respondamos como sociedad, de que seamos autónomos y dejen de decidir por nosotros. En sus mejores momentos, con versos bien pensados, Depeche Mode nos recuerda que los artistas son parte de nosotros, y que cuando los músicos se alían con el poder, siempre terminan por estar en el lugar equivocado.
Depeche Mode - Spirit
Aspirante a periodista cultural y crítico musical wannabe. Lleva un tiempo intentando hacerse famoso en internet y hasta ahora nada.

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