James Dean - NOMADES

La contemporaneidad de la música peruana ha dividido sus esfuerzos en dos grandes corrientes creativas: el purismo y la fusión. Esto tiene que ver, por supuesto, con los intereses e influencias que marcan a cada compositor o compositora, pues de ese modo construyen su obra en base a un género específico o a una mezcla de varios de ellos. Algunos creíamos, sin embargo, que el futuro de la música peruana pasaba precisamente por esta segunda corriente, por bandas y solistas que combinen una serie de estilos con el objetivo de crear algo novedoso, como si en la actualidad esa fuera la única forma de hacer música ingeniosa y original. Estábamos equivocados. Al día de hoy, aún existen muchas propuestas puristas allá afuera, propuestas frescas y con muchas ganas de sobresalir. Ese es, precisamente, el caso de James Dean, una banda trujillana que solo ha necesitado un EP para dejar claro que el purismo sigue vivo en el Perú.

La esencia de James Dean es el rock puro y duro, el rock más clásico de guitarras eléctricas potentes y canciones llenas de fuerza interpretativa. "Déjame Partir", primer tema de NOMADES, es una pieza cargada de energía que encuentra sus mejores momentos cuando se les deja el protagonismo a las guitarras y la batería. Aunque de una interpretación vocal que a veces suena algo forzada y hasta parece sobrar por instantes, este es un buen track inicial en tanto nos muestra la propuesta general de James Dean y nos prepara para lo que seguiremos escuchando a lo largo del EP. Algo similar sucede en "Nomades", el cuarto tema y homónimo del proyecto, ya que aquí la banda vuelve a darse un tiempo para otorgar protagonismo a cada instrumento. También llaman la atención algunos riffs de guitarra que, con el pasar de los segundos, se hacen pegajosos y amenazan con quedarse en la mente por un buen rato.



Otro punto importante que forma parte de esta producción es la centralidad que se da a las letras de los temas. En todo momento, se muestra una narrativa sobria e intrigante, que recurre a la segunda persona sin ser melosa o fingida. En "Big Bang", por ejemplo, encontramos versos cargados de un cinismo autocrítico ("Soy un ser vulnerable / Despistado y con ganas de volverte a ver / Soy un ser descartable / Déjame hacer lo mejor que pueda hacer") que fluyen en forma de coros repetitivos. La temática da un giro en "Tu Vanidad", un tema ambicioso con varias fases de composición y cambios de armonía hacia el último tercio. Aquí se muestran versos más bien desencantados, guiados en todo momento por un pesimismo insoslayable. "He perdido la ciencia y la fe / He venido arrastrando el destino / En mi camino empieza a anochecer / ¿Y para qué seguir sonriendo? / Esperando a que los cuervos se coman mis ojos viejos", se escucha cantar a Christian Díaz, vocalista de James Dean.

Con una innegable intencionalidad poética en los versos y una propuesta rock que se acerca enérgicamente al grunge noventero, NOMADES surge como una carta de presentación más que aceptable, esa primera descarga de fuerza melódica que James Dean necesita para empezar a llamar la atención en el complejo escenario del rock peruano. Este es ese momento clave en la carrera de toda banda de música, ese salto del demo al sonido profesional en que el artista se da cuenta de que hay un mundo por conquistar. Y es que si bien esta música puede sonar a algo que ya se ha hecho muchas veces, no cabe duda de que está impregnada del vigor suficiente como para hacer cambiar de opinión a cualquiera que piense al futuro de la música peruana como algo totalmente ajeno al purismo. Nuevos aires que siempre vienen bien al rock nacional.