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Yo La Tengo - There's a Riot Going On








Puntaje: 12/20
Año: 2018
Sello: Matador


Como algunos esperábamos desde que Trump tomó el poder, los movimientos sociales han resurgido como protagonistas en la escena pública norteamericana. Desde los "Dreamers" hasta el reciente "NeverAgain", una serie de iniciativas ciudadanas ha ido moldeando, a partir del año pasado, las exigencias de varios grupos humanos en busca de lo que consideran una sociedad más justa (en el caso de la inmigración) o más segura (en el caso del control de armas). Cual fuera el reclamo, lo sucedido en los últimos meses ha dejado claro que las acciones colectivas marcan un paradigma distinto al que habíamos conocido hasta ahora en un ese paraíso del individualismo que conforman los Estados Unidos. Ante esto, el mundo de la música debía responder de alguna forma. De un lado hemos visto una significativa cantidad de artistas y bandas que se han sumado a movimientos progresistas, reclamando políticas de Estado menos severas con la figura del inmigrante. Sin embargo, y ya que los artistas pro-Trump existen pero viven en silencio, del otro lado tenemos la paradójica acción de la no-acción, es decir, músicos que se mantienen al margen del debate público y se dedican, únicamente, a seguir adelante con sus carreras. Todo indica que ese es el caso de Yo La Tengo, cuyo nuevo álbum titulado precisamente There's a Riot Going On parece salido de la habitación de un norteamericano que observa un motín a través de su ventana, y que no tiene más reacción que cerrar las cortinas para continuar con su vida.

Tomar el nombre de este trabajo como punto de partida para su análisis es un buen ejercicio. En español podría traducirse como 'está sucediendo una revuelta', algo a lo que Yo La Tengo no puede ser ajena debido a su origen estadounidense. Sin embargo, y aquí el contraste que resulta curioso, la música de su nueva producción nunca suena a revuelta. Los quince temas que componen el álbum suenan, más bien, a resignación, a música perfecta para acompañar la escena final del capítulo más emotivo de nuestra serie favorita. Por ello acierta el New York Times al decir que, en There's a Riot Going On, "the music is a sanctuary from chaos". Los seis primeros tracks son una fiel representación del concepto. "You Are Here", por ejemplo, es una introducción monótona que juega con dos acordes de guitarra. Y aunque los siguientes temas no tienen la función de introducción, suenan igual de planos que el primero. A medio camino entre el folk y el country, en "Shades Of Blue" se escucha a Georgia Hubley replanteando el futuro de su vida al enfrentarse a la soledad ("Laid in my room to reflect my mood / Facing my feelings for a life without you"), acompañada por un loop de guitarras, bajos y batería. "For You Too", que podría ser un guiño al movimiento "MeToo", muestra la voz de Ira Kaplan ofreciendo protección a un interlocutor desvalido ("If it's not too late / If I could protect you, you can't expect to do for you"). A causa de que estas composiciones tienen una evolución casi imperceptible, el trabajo vocal de estos temas es lo único que logra darle dinámica a la música.


Una versión más interesante de este trabajo aparece con la segunda parte del álbum, en donde escuchamos una oferta más atractiva, que sabe aprovechar la pasividad de la música para generar emociones. A modo de pausa en su apuesta mayormente rítmica, Yo La Tengo propone aquí una exploración que celebra las capacidades de la armonía. "Dream Dream Away", sétimo tema del álbum, está compuesto casi en su integridad por acordes de guitarra acústica, un movimiento que no parecería muy llamativo en un primer momento. El desarrollo temporal de este tema, sin embargo, es exquisito en tanto descubrimos sus dimensiones expresivas, su facilidad para crear una atmósfera melancólica y sobria, que deslumbra a partir de su simpleza. Lo siguiente es "Shortwave", una pieza de casi seis minutos que cautiva por su corte onírico. Arriesgando por formas cercanas al ambient, aquí Yo La Tengo vuelve a alcanzar una emotividad notable gracias a una composición que aparenta haber sido hecha para musicalizar la ascensión espiritual que prometen algunas religiones. Esta segunda etapa de There's a Riot Going On, marcada por motivaciones sensitivas, concluye con "Above the Sonud", track de corte enigmático que si bien no consigue la expresividad de sus antecesores, no deja de resultar atractivo debido a su ambicioso trabajo de percusión y sus melodías repetitivas con cierto aire misterioso.

A la vez que nos acercamos al final del álbum, va tomando forma una especie de tercera etapa marcada por la diversidad. Si antes habíamos escuchado algunos temas de marcada influencia indie rock y otros que se acercaban al ambient, ahora nos enfrentamos a varias propuestas heterogéneas, de moldes diversos y que, con el paso de los minutos, no parecen compartir lo suficiente como para formar parte de un mismo concepto. Todo esto es aperturado por el décimo tema del LP, titulado "Let's Do It Wrong" y guiado por un ritmo narcótico y relajado, casi tropical, que se vuelve pegajoso con el tiempo y anuncia las formas de lo que será el tema más intransigente del álbum. Ese es "Esportes Casual", una especie de interludio con influencia de ritmos latinos que solo aparece para demostrar su inutilidad. Totalmente fuera de contexto, este track demuestra una forzada intención de agregar variedad a la construcción de There's a Riot Going On, y termina desvaneciéndose tan rápido como lo permiten sus limitaciones. Con el pasar de los minutos, la cosa mejora pero no cambia demasiado. "Forever" (en donde se abandonan guitarras y baterías para proponer una balada pop al estilo Depeche Mode), "Out of the Pool" (repetitiva y que funciona a partir de la percusión) y "Here You Are" (de melodías vocales agradables y sonido que hace pensar en una despedida), los últimos tracks del álbum, se reservan más de lo que muestran, por lo que terminan perdiéndose en su austeridad.

A grandes rasgos, es casi indiscutible que este álbum cumple su rol de ofrecer una mirada alternativa, aludiendo a una revuelta en su título para luego sugerir que sería mejor ignorarla. There's a Riot Going On es un trabajo que reivindica una idea: la música como refugio. Desde allí se elabora una narrativa que se enfoca más bien en dilemas individuales y un universo musical continuo, entretenido y con pocos cambios de intensidad. Hay una renuncia a las variaciones y un empeño en desarrollar temas planos, lógica que no sorprende si tomamos en cuenta la carrera de una banda como Yo La Tengo. Durante sus más de treinta años en la escena norteamericana, su estilo ha servido para recordarnos que también se puede innovar y lograr un sonido original a partir de lo simple. Por ello, que su nuevo álbum ofrezca más de una hora de música es una novedad que no podía pasar desapercibida, una oportunidad imperdible para cualquier persona interesada en la música independiente de este siglo. Pese a que el sentido común de la no-acción parezca algo imperdonable en estos días, sin duda vale la pena encontrar el sentido de un proyecto como este. Un proyecto que, en sus momentos más envolventes, puede convencernos de que giremos la cabeza y empecemos a mirar hacia otro lado.
Yo La Tengo - There's a Riot Going On
Aspirante a periodista cultural y crítico musical wannabe. Lleva un tiempo intentando hacerse famoso en internet y hasta ahora nada.

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