Fukuyama - Fukuyama EP

Cuando, en el ocaso de los ochenta, Francis Fukuyama anunció su hegeliano "fin de la historia", se vislumbraban tiempos nuevos para Europa. La caída del muro significó la apertura de una posibilidad unificadora en el continente, y con ello, el inminente fin de la tensión ideológica entre comunismo y liberalismo. Así, este último terminó por implantarse y sembró esperanza en la mirada de muchos intelectuales y pensadores del siglo xx. Entre ellos, por supuesto, destacó Fukuyama, quien proclamaba el triunfo de las democracias liberales como "el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas", lo cual daba paso a un tiempo en que "los hombres podrán satisfacer sus necesidades a través de la actividad económica". Durante los años siguientes, sucesos como la disolución de la Unión Soviética en 1991 parecían darle la razón: la historia se terminaba, el mundo occidental ya no necesitaba guerras frías ni conflictos de clase. Lo que Fukuyama jamás imaginó, seguramente, es que solo quince años más tarde Europa estaría a puertas de enfrentar una de las crisis económicas más duras de nuestro siglo, una crisis que dejó a muchos de aquellos hombres que "satisfarían sus necesidades" durmiendo en las calles luego de que algún banco los dejara sin hogar. Y lo que tampoco imaginó, de esto no cabe duda, es que casi treinta años después una banda peruana de rock llevaría su nombre.

Naturalmente, el motivo para que esta banda lleve por nombre Fukuyama es un misterio que solo sus integrantes podrían aclarar. Su sonido, sin embargo, no es tan misterioso. Es, más bien, envolvente y dinámico, dispuesto a mostrarse desde el inicio sin dudas ni hermetismos. Todo ello ha sido plasmado en su primer EP, también titulado Fukuyama, una producción que apuesta por mezclar simpleza y vigor, austeridad y contundencia. Desde "Intro", primer track del EP, escuchamos una propuesta que emana una agresividad contagiosa. Son casi tres minutos gobernados por arremetidas punzantes de guitarra eléctrica, golpes certeros de batería y mucha repetición. Precisamente la repetición es quizá el componente crucial de este tema, ya que su insistencia produce un efecto paradójico: en lugar de aburrir o hacerse tediosa, da un sentido al prolongado derroche de energía del que somos testigos. Con ello, la introducción al terreno sonoro de Fukuyama se convierte en un ejercicio catártico, un huracán auditivo que no da respiro.

Así como el Fukuyama politólogo, la música de la banda parece ver un futuro deseable en la continuidad, en un camino sin conflictos. El resto del EP se limita a confirmar la solidez de su propuesta noise, con más ideas concebidas desde lo rítmico y temas que siempre duran lo suficiente. "Almuerzo Desnudo", por ejemplo, es un track que encuentra respiros en su desarrollo temporal sin alteraciones imprevistas o variaciones bruscas. Fukuyama no corre riesgos, y prefiere mantenerlo con vida a través de efectos de guitarra, cambios en el patrón percutivo, juegos de intensidades y un protagonismo instrumental dosificado. Los segundos posteriores al primer minuto de este tema, por cierto, constituyen uno de los momentos más llamativos del EP, con una distorsión de guitarras que suena como si de un festival de lamentos humanos se tratara. El proceso es similar en "Oceano", con un trabajo armónico que cae en la predictibilidad y en donde las pausas abren nuevas posibilidades en el cuerpo sonoro. Aquí, además, se añaden unas percusiones procesadas que marcan tanto el inicio como el fin de la composición, es decir, abren y cierran el paso a la batería, y de esa forma aportan variedad al repertorio instrumental del EP. 

Con todo, Fukuyama EP se perfila como un trabajo a tomar en cuenta dentro del viscoso universo del rock peruano. Se trata, a fin de cuentas, de una propuesta reveladora, que nos hace pensar en un noise accesible y directo, de disfrute rápido. Sus once minutos de duración se esfuman en un pestañeo, y tras haber movido la cabeza un rato, contagiado por el ritmo voraz de la música, uno se pregunta cuándo Fukuyama, la banda limeña y ya no el politólogo estadounidense, nos sorprenderá con su primer proyecto de larga duración. En cualquier caso, para ello habrá que esperar. Por ahora, queda pendiente descifrar algunos elementos que rodean a Fukuyama con un ligero aura de misterio. El nombre, claro está. O también de dónde viene esa afición por "el ruido, el hip hop, Nick Cave y Einstürzende Neubauten", como declaran en su página de Facebook. O también por qué, en "Almuerzo Desnudo", se escucha el sample de una voz sentenciando que "El delito del hombre es haber nacido". Como sea, parece que hay algo que esta banda aún no nos ha dicho.